El trayecto impecable que recorría el Barcelona, intratable en la Supercopa de España y en la Copa del Rey, se topó con la realidad de LaLiga donde sigue atascado, enredado en el orden del Getafe que resistió de todas las maneras a los intentos del conjunto blaugrana.
El Barcelona no aprovechó el tropiezo del líder, el Atlético de Madrid, derrotado en Leganés y cierra su jornada solo con un punto como botín, que le deja aún a cinco del primer lugar.
Se le atasca Getafe al Barcelona. Es un territorio hostil el Coliseum donde ya suma cinco años sin ganar. Perdió uno, el de hace un lustro, y ha empatado los últimos cuatro. Puntos importantes que cuentan al final.
No fue capaz de enterrar su mala racha en LaLiga el cuadro de Hansi Flick que llegó a Getafe con terreno por recuperar lastrado por sus malos resultados: una sola victoria en ocho partidos, seis puntos sobre 24 que le complican cada vez más el liderato.
Parecía una situación ficticia. Tanto por el juego, que no fue tan malo como para sufrir tal hundimiento, como por la imagen reciente. Llegó al Coliseum con cuatro victorias, convincentes, seguidas. Dos en la Copa del Rey y otras tantas en la Supercopa, de donde se llevó el trofeo y una goleada en el clásico de las que hacen época y revitalizan cualquier situación.
Ni siquiera el empuje y el talento de Lamine Yamal ni el liderazgo de Pedri, que se echó el equipo a la espalda en la segunda parte. La crisis le llegó sin el joven internacional. Ahora, otra vez en órbita, el equipo lo notó en la Copa y Supercopa. Porque genera peligro, distracción y mejora cualquier situación de ataque azulgrana. Ante el Getafe estuvo irregular. Apenas se dejó ver con cuentagotas.
En esa línea entró al compromiso el Barcelona en un territorio algo hostil en las últimas campañas. Eran visitas feas que afrontaba el conjunto culé que llevaba cuatro temporadas en el Coliseum sin marcar. Tres empates sin goles y una derrota por la mínima. De hecho, el último gol en Getafe del Barcelona fue en septiembre del 2019, al inicio de la segunda parte y lo firmó el lateral Junior Firpo.
Pero rompió el maleficio en un abrir y cerrar de ojos. Si algo le sobra al equipo de Flick es contundencia, goles. No le faltan. Y a los nueve minutos batió ya a Soria en uno de las primeras llegadas, jugada que inició Balde, aceleró Pedri con un gran pase entre centrales a Jules Koundé que enfiló al meta local. Soria pareció tomar el balón pero no la amarró. Estuvo atento el defensa, que la llevó a la red.
Había hecho lo más complicado el Barcelona en encuentros como este. Abrir el camino de la victoria, derribar el argumento de su rival, un especialista en cerrar espacios y ralentizar el ritmo. Y con dificultades de marcar. Sobre todo este Getafe, sin gol.
Raphinha tuvo el segundo pasada la media hora pero falló. Porque del 0-2 se pasó al 1-1. Se saltó el guión el Getafe y se encontró con la igualada en una buena combinación. Un balón que le llegó a Luis Milla que encontró en la frontal a Carles Aleñá, que vio a Coba solo en el área. El almeriense disparó a gol e Iñaki Peña respondió, pero atento estaba Mauro Arambarri para empujar el balón a la red.
Final en Getafe pic.twitter.com/1IX1ozvTtf
— FC Barcelona (@FCBarcelona_es) January 18, 2025
Una muralla azul detuvo al Barcelona
Regresó el partido tras el descanso y entró el juego de manera alocada con una ocasión para cada equipo; primero, de Mauro Arambarri que se rompió en el intento de remate, en una nueva combinación azulona que respondió el Barcelona con un ataque veloz que no culminó bien Lamine Yamal.
Los cambios, la entrada de Frenkie de Jong y de Dani Olmo arrinconaron definitivamente al Getafe. Fue una cuestión de supervivencia, de resistir. No hubo noticias suyas en ataque mientras Domingos Duarte, Djene y Omar Alderete se multiplicaban. No había salida de balón para el conjunto azulón. Insistía el Barcelona y aguantaba como podía el Getafe.
Un disparo de De Jong fue respondida con una gran parada por David Soria que apenas había tenido que intervenir. Pero el que hacía tiempo que había entrado en acción fue Pedri que asumió el mando y el liderazgo del Barcelona. Puso el ritmo y el juego. Pero nadie le acompañó. El partido entró por donde quiso el Getafe y el Barcelona se dejó dos puntos más.
