
El regreso a las pistas del piloto mexicano Sergio "Checo" Pérez se dará la próxima semana, una vez que finalicen las actividades del Gran Premio de Azerbaiyán, con la particularidad de que será en un monoplaza TPC (testing of previus car), tentativamente suministrado por Ferrari.
La escudería estadounidense, que se sumará a la Fórmula 1 a partir de la próxima temporada, pasará así de la simulación de carreras a un trabajo real en campo, aunque Checo, que recientemente estuvo en labores de promoción en eventos como el US Open y en un juego de Dodgers, apenas tendrá la posibilidad de palpar el trabajo de su nueva escudería.
"La próxima semana primero iré a Charlotte y luego a Inglaterra. Haré pruebas en el simulador de la sede, pero luego planeo conducir un monoplaza de F1", explicó el tapatío el miércoles por la noche, después de lanzar la primera bola.“Tengo que empezar a entrenar para estar listo para principios del año que viene, ya que mi cuello ha perdido tono y necesito recuperar la funcionalidad completa para poder pilotar un coche de F1 al máximo nivel”, abundó.
El plan está trazado con el fin de que dentro del equipo empiecen a adaptarse al trabajo dentro de la Gran Carpa, pues no sólo será que Checo esté de nuevo ante un volante, sino que serán ejercicios valiosos para cada integrante.
¿Por qué sería con un auto Ferrari?
Hasta el momento Cadillac no ha anunciado con qué auto entrará a la pista, aunque hay múltiples datos que apuntan a que será con un monoplaza Ferrari de 2023 (SF-23), el cual está dentro de la normativa de la FIA.
Al ser una escudería nueva, Cadillac aún no cuenta con monoplazas que pueda utilizar, por lo que se apoyaría en la empresa italiana, la cual le administrará el motor, caja de cambios y suspensión para la temporada 2026.